Y la mañana se vendia en el bosque
donde explotaba el cambio que deberia
la gente estaba confundida,
se regalaban pajaros
y vendian gatos para cazarlos
Mi instinto salvaje
no podia dejar escapar esa oportunidad
porque de las catacumbas se escuchaban promesas,
sueños y gritos.
Y aunque todo se vuelva tranquilo por segundos
algunos tambores se podian escuchar en el alba.
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