Introduccion

A veces creo que el simple hecho de hablar no sirve con vos, me encantaria que leas mi mente, que escuches mis pensamientos y los comprendas. Yo no quiero volver a estar indefenso hasta el alba, quiero ¡deseo! que mis colores vuelvan a brillar, reflejarme en el atardecer y en la noche cambiar de forma, ser un hombre-lobo que no se despierte con la luna llena.
Ansio que escuches mis caricias y gozes de mis susurros, quiero volver a oir el renacimiento de una nueva estrella, porque morir una vez es bello, dos, es increible.
Quisiera verte partir por la puerta y quebrarte en tu mismo juego de palabras. En este juego donde tu eres mi pianista y yo la dulce melodia que sufre el golpe de cada nota, tu sabes, y lo sabes bien, que busco ahogarme en los gritos y el poder que derrama tu escencia.
Tu eres la poesia que se desprende de mi, que me hace reir y llorar, tu eres mi eterna amante, mi fiel confidente y la persona que me guiara hacia el camino que mas piedras tenga para tomarlo.

"Trabajame, despiertame y duermeme como a ti te guste"

A veces, en el lugar
donde las piedras se entierran vivas
y la luz de la mañana cae sobre tus pies,
puedes presentir que tus dedos se suavizan,
exploran puentes, y tus ojos buscan una respuesta.
Aquel preciso lugar donde las flores
son de terciopelo y las respuestas
buscan a las preguntas, en aquel lugar,
el agua y el fuego se avivan entre ellos
y los arboles se montan de avispas para llegar
a lo mas alto del cielo.
Ese es el lugar donde el tiempo te sigue y espera,
porque no tiene razon, para continuar su caminata
sin un acompañante.